Por lejos la gran mayoría cotiza de manera obligatoria. Ellos fueron 5.851.919 en noviembre pasado, versus los 829 que son afiliados voluntarios y que cotizaron en el penúltimo mes de 2022. Pero al hacer un análisis de estos últimos, se obtiene que los afiliados voluntarios que cotizan en AFP casi siempre están sobre los mil. Eso cambió en 2022 por primera vez desde que en 2008 se empezó a permitir la afiliación voluntaria al sistema de pensiones.

Su menor crecimiento interanual en veinte meses fue lo que registraron los cotizantes de AFP en noviembre del año pasado. Esto, considerando que según cifras de la Superintendencia de Pensiones, en el undécimo mes de 2022 hubo 5.852.748 cotizantes en el sistema de AFP, lo que se compara con los 5.822.255 cotizantes de noviembre de 2021, es decir, se registró un incremento de 0,5% en doce meses, o 30.493 cotizantes adicionales en un año.

Pero de esa cifra hay que desagregar a quienes cotizan de forma obligatoria y quienes lo hacen de forma voluntaria. Por lejos, la gran mayoría lo hace de manera obligatoria. Ellos fueron 5.851.919 en noviembre pasado, versus los 829 que son afiliados voluntarios y que cotizaron en el penúltimo mes de 2022.

Pero al hacer un análisis de estos últimos, se obtiene que los afiliados voluntarios que cotizan en AFP casi siempre están sobre los mil. De hecho, lo más usual es que estén cerca de los 2 mil, incluso superando esa cifra muchas veces. Así las cosas, desde que se empezó a permitir la afiliación voluntaria al sistema de pensiones en 2008, rara vez ha habido un mes en que los afiliados voluntarios que cotizan bajen de mil.

Sin embargo, a noviembre de 2022 se registran nueve meses en que los afiliados voluntarios que cotizan en AFP están por debajo de esa barrera. Es más, encadenaron ocho meses consecutivos por debajo de mil, fluctuando entre los 765 y 971 entre abril y noviembre. Esto es algo que nunca se había observado desde que hay registro en el sitio web de la Superintendencia de Pensiones, esto es, desde que se empezó a permitir hace catorce años que las personas se puedan afiliar voluntariamente para cotizar.

¿Qué diferencia hay entre ambos tipos de cotizantes? Las personas que reciben ingresos laborales, ya sea de manera dependiente o independiente, tiene que cotizar para su pensión de forma obligatoria. Pero para otras personas que igualmente tengan ingresos o ahorros, y que no estén en ninguna de esas categorías, existe esta opción de afiliación y cotización voluntaria. Así, pueden ahorrar para su pensión quienes no necesariamente tengan ingresos laborales, o también los informales.

Según el sitio web de la Asociación de AFP, “el pago de las cotizaciones de un afiliado voluntario puede ser mensual o anual y puede ser efectuado por el afiliado u otra persona. Por ejemplo, en el caso de los niños, las cotizaciones pueden ser pagadas por sus padres mediante un descuento de sus remuneraciones. Para lo que el trabajador dependiente debe autorizar a su empleador que le retenga ese monto de su sueldo y lo ingrese en la AFP del afiliado voluntario. La cantidad mínima a cotizar es el 10% de un ingreso mínimo para fines no remuneracionales”.

Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, comenta que “el número de cotizantes voluntarios en AFP se ha reducido en los últimos meses. Eso tiene que ver con el deterioro de la situación económica”. Bravo también explica que “en periodos de debilidad económica hay menos disponibilidad a ahorrar con propósitos de previsión, que es un ahorro de más largo plazo, por lo que ese tipo de ahorro tiende a reducirse”.

De hecho, la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil octubre-diciembre de 2022 subió 0,7 puntos porcentuales (pp.) en su variación a 12 meses, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), llegando a 7,9%.

Por su parte, la académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, afirma: “No tengo una explicación que pueda ser probada, pero tengo la impresión que todo lo que ha ocurrido con la discusión de pensiones, con los riesgos de estatización de fondos, con la idea de introducir esquemas de reparto, y toda la discusión política que ha habido en torno a la reforma de pensiones, ha generado en las personas un desincentivo a cotizar de forma voluntaria. Me parece que esa puede ser una de las causas importantes. No sé qué otras podría haber, porque efectivamente ya no es algo que uno lo pueda ver como una caída que se produjo producto de la pandemia y después se recuperó, porque no se han recuperado las cotizaciones voluntarias”.

Fuente: La Tercera (La Tercera – Pulso)

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