En el seminario “Reforma de pensiones: ¿ La tercera es la vencida?”, organizado por AmCham y la Escuela de Gobierno de la UC.

El destino de la cotización adicional de6%, su heredabilidad y el futuro diseño de la reforma previsional que ingresaría a trámite en agosto fueron los temas que dominaron el debate de expertos previsionales, ayer, en el seminario “Reforma de pensiones: ¿ La tercera es la vencida?”, organizado por AmCham y la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, en el que participaron los exministros de Hacienda Rodrigo Valdés y del Trabajo María José Zaldívar, la presidenta ejecutiva de Espacio Público, Paula Benavides, y el presidente de Gerens, Patricio En particular, abordaron la distribución de la cotización adicional, donde 3%iríaa “capitalización colectiva” y 3% a reparto inmediato para mejorar las pensiones, detalles publicados el domingo por “El Mercurio” y que fueron conocidos en el último Chile Day.

Según Valdés, lo primero que se debe tener en cuenta es que “cuando la gente se muere deja pensión de sobrevivencia, sea un sistema de capitalización individual, sea colectivo o sea de reparto”, abogó por que “no discutamos en la forma metiendo el “cuco” de la herencia como tema central, porque el pago grande de herencia se da en un sistema que tiene pensiones de sobrevivencia y el nuestro tiene y va a seguir teniendo”. El punto, explicó Zaldívar, es que “el tema de herencia surge porque la gente confunde herencia con pensión de sobrevivencia”, y agregó que el mayor problema de la distribución del 6% es que “hoy con 2 millones de pensionados este 3% va a aumentar considerablemente las pensiones, pero si hacemos solo reparto, cuando sean 5 millones de personas, si no ha aumentado la tasa de cotización, dar este mismo beneficio va a ser imposible.

Entonces, le vamos a decir a esta generación que va a financiar un aumento considerable de pensión para las actuales generaciones, que me parece muy bien, pero que eso va a significar que cuando a él le toque, no va a tener ni un tercio de ese beneficio”, enfatizando en la necesidad de que parte de ese ahorro adicional debe ser capitalizado. A su vez, Arrau relevó que en el último tiempo se ha hecho sentir la voz de la gente y lo que esperan del sistema, donde la libertad de elegir es importante.

“Lo que no se nos está diciendo hoy día es que quieren que el esfuerzo de su trabajo pueda ser heredado a sus hijos”, y que aunque “se puede discutir qué parte es de reparto, hay que ser muy cuidadosos”, ejemplificando que en los países desarrollados “tienen un sistema actuarialmente balanceado, es decir, la proyección de los flujos a pagar en el futiene que ser menor que la proyección de los ingresos, y no hay nada de balance actuarial de nuestro sistema”, ya que eso impediría “la captura de los políticos de los fondos, pero nada de eso está sobre la mesa: hay una discusión muy ideologizada”, agregando que “deberíamos discutir si un sistema totalmente estatal, administrado por el estado, o uno mixto puede dar mejores pensiones, con comisiones más baratas y mejorar el bienestar de todos incorporando solidaridad”. Sobre esta idea de escuchar a las personas, Valdés replicó que las encuestas muestran que estas quieren retiros de AFP, y que están en contra de subir la edad de jubilación.

“¿Estarías de acuerdo, Pato, en hacerles caso en esas dos cosas, o no? Yo creo que este tema es bien complicado de hacerlo por encuestas de popularidad”, afirmó, añadiendo que “es súper complejo que esta reforma la tomen los importante volver a la mesa”. Por su parte, Paula Benavides planteó que “existe un relativo consenso respecto del piso social que es la PGU (Pensión Garantizada Universal) y la discusión que tenemos es cómo configurar el pilar contributivo, y que en general hay algún consenso —con matices— res pecto de que sea mixto e incorpore solidaridad”. Dicho lo anterior, agregó que la solidaridad es importante “como un componente colectivo del 6%, porque efectivamente ayuda a mejorar las pensiones actuales, con la PGU no va a ser suficiente”, e insistió en que “para mejorar las pensiones actuales, hay un rol para la solidaridad intergeneracional en este componente, a la vez de mejorar el ahorro previsional para que sea sostenible, porque permite compartir colectivamente el riesgo, porque otro problema que tenemos hoy es la tremenda inseguridad que tienen las personas respecto de con cuántos ingresos van a contar para la vejez”.

Fuente: El Mercurio

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