De acuerdo a cifras del Departamento de Extranjería, actualmente viven en Chile más de 470 mil migrantes, los que representa un 2,8% de la población total del país. Este número ha aumentado considerablemente en los últimos años, con miles de extranjeros que buscan en Chile una oportunidad laboral, y que a su vez tienen derecho a la seguridad social.

El 75% de los inmigrantes provienen de países de América del Sur, y las diez comunidades de extranjeros más grandes son Perú, Argentina, Bolivia, Ecuador, España, Estados Unidos, Brasil, Venezuela y China.

La ley chilena establece que todo trabajador, sea chileno o extranjero, debe cotizar en el Sistema de Pensiones, accediendo a los mismos derechos y beneficios. Para eso es necesario que todos los extranjeros residentes en Chile conozcan el Sistema y se informen acerca de los requisitos y condiciones, además de los convenios que tiene el Estado chileno con sus países de origen para poder disponer de los fondos.

Los extranjeros que trabajen en Chile deben estar afiliados a un sistema de pensiones en su país, y en su primer contrato de trabajo el trabajador debe expresar su voluntad de mantener la afiliación referida.

Los convenios Internacionales de Seguridad Social entre dos o más Estados buscan atender las necesidades de Seguridad Social de los trabajadores migrantes que han ejercido su actividad laboral en uno o más países que integran un convenio. Esto quiere decir que permiten a los trabajadores migrantes y a sus beneficiarios, que estén o hayan estado sujetos a la legislación previsional de uno o los Estados que suscriben un convenio, acceder a algunos beneficios de la Seguridad Social de esos países.

Para solicitar sus beneficios previsionales en Chile, los afiliados al sistema previsional chileno que residan en otro Estado con convenio deberán suscribir la solicitud ante el organismo de enlace o institución competente para que ésta la remita a la Superintendencia de Pensiones en Chile.