De acuerdo a datos de la ENE, en el trimestre móvil enero-marzo se estimó que había 5,2 millones de dependientes que cotizan. En el mismo período, los datos administrativos del regulador muestran que promedio de cotizantes dependientes llegó a 5,5 millones.
La pandemia ha dejado un sinnúmero de impactos en la economía nacional. El 2020 estuvo marcado por la recesión más profunda en 40 años. Esta contracción de la actividad conllevó que en el peor momento de la pandemia —en el período de mayo a julio del 2020— se destruyeran cerca de 1,8 millones de puestos de trabajo, según publicó el INE. A la fecha, el empleo ha venido ganando terreno paulatinamente y, según muestran los mismos datos del INE, se han recuperado 1 millón 30 mil puestos, faltando en torno a 800 mil. Sin embargo, esta brecha podría ser mucho menor. De acuerdo a datos de la ENE, en el trimestre móvil enero-marzo la encuesta estimó que había 5,2 millones de dependientes que cotizan.

Para el mismo período, los datos administrativos de la Superintendencia de Pensiones muestran que el total de cotizantes dependientes llegó a 5,5 millones. Es decir, existe una diferencia absoluta de 275 mil puestos de trabajo entre lo que está contabilizando el INE y lo que está registrando el regulador. Esta diferencia ha venido siendo capturada por el INE. En la base de datos de la encuesta del empleo existen registros desde el 2010, donde se ha venido observando la brecha entre ambos datos. En 2019, por ejemplo, la diferencia absoluta alcanzaba los 14 mil casos a favor de la encuesta del INE. Es más, antes de la pandemia, ambos datos mostraban un nivel similar de ocupación de los trabajadores con contrato. Sin embargo, con el inicio de la pandemia, esta diferencia se inclinó a favor del registro administrativo, marcando una brecha promedio de 165 mil personas. Y en lo que va de 2021, esta brecha llega a 249 mil casos (ver infografía).

El director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, Juan Bravo, plantea que, según las cifras de registros administrativos de la Súper, el empleo dependiente con cotizaciones —es decir, el empleo dependiente formal— ya recuperó su nivel prepandemia, mientras que las cifras del INE indican que aún faltarían por recuperar más de 320 mil empleos de este tipo. ‘En consecuencia, la subestimación del empleo dependiente formal en la ENE respecto a la cifra de registros administrativos de la Superintendencia de Pensiones es bastante relevante’, observa el economista. Consultado el INE por la situación, explican que existen diferencias metodológicas que deben ser consideradas en la interpretación de los resultados de cada una de las fuentes de información. Entre ellas están los períodos de referencia en la captura de la información y el tipo de informantes de la encuesta versus el registro.

‘Estos son elementos que implican que las comparaciones entre ambas fuentes solo sean para fines analíticos y complementarias, evaluando las tendencias y el dinamismo presentado más que la estimación puntual’, plantean. Agregan que en términos de precisión estadística, debido a las menores tasas de logro de la encuesta durante la pandemia (mayores dificultades en la recolección de los datos), se observan menores niveles de precisión, lo que se refleja en una mayor amplitud de los intervalos de confianza para la estimación del número de cotizantes. Además, el INE plantea que entre los posibles escenarios de subdeclaración en la ENE se encuentra el caso de los cotizantes dependientes clasificados como ocupados ausentes por razones vinculadas al covid-19, que están amparados por la Ley de Protección del Empleo. ‘Y, sin embargo, declararon que sus empleadores no realizaron el pago de su cotización previsional a pesar de que la ley asegura su continuidad en el acceso a la seguridad social. Cabe recordar que la encuesta se basa en la autodeclaración de los informantes y no existe actualmente la posibilidad de realizar una validación caso a caso con fuentes externas de registros administrativos’, subrayan.

Dadas las diferencias, la economista jefe de Dominus Capital, Michelle Labbé, señala que es de esperar que, a medida que se retorna a la normalidad, las cifras vuelvan a alinearse con lo que son los datos del registro administrativo. ‘¿Podría pasar que se esté subdeclarando? Efectivamente, si es un problema de calidad de la encuesta, claramente podríamos tener subdeclaraciones en otros sectores o sobredeclaraciones. Lo más probable es que haya resultados mucho más volátiles’, plantea. Mientras que Bravo subraya que si bien la pandemia ha generado un efecto muy grave en el empleo, el deterioro podría ser un poco menor que lo que nos indicarían las cifras del INE. ‘Pero es necesario tener claro que aun así estamos en una grave crisis laboral y que faltan cientos de miles de empleos por recuperar’, afirma.

El debate por las cifras del INE

Las diferencias entre las cifras del INE y los registros administrativos no son nuevas. Durante el 2018 hubo todo un debate que escaló hasta la esfera política en torno al tema. Ese mismo año, en el IPoM de diciembre, el Banco Central (BC) hizo público un inédito estudio sobre el mercado laboral, en el cual afirmó que el alza del empleo ‘ha sido mayor que lo informado por las encuestas’.

Más tarde, a inicios del 2019, el entonces director del INE, Guillermo Patillo, planteó que existía una subestimación de la ocupación y del empleo, entendiendo esto como las ocupaciones dependientes. Ante esto, el economista señaló que desde la mitad de 2018 que estaban en una mesa de trabajo con especialistas para analizar los cambios metodológicos que se implementarían en la nueva encuesta de empleo.

Ahora, desde el INE cuentan que este trabajo iniciado en 2018 conllevó que dentro de las primeras acciones a contar del año 2020 está la actualización de las proyecciones de población utilizadas en la encuesta basadas en los últimos resultados del Censo 2017, además de la incorporación de un ajuste metodológico a la proyección de población extranjera en el país, que han permitido mejorar los niveles de precisión de las características de la población a nivel sociodemográfico (sexo, edad y nacionales versus extranjeros).

 

El Mercurio
29 de junio, 2021